Botín de guerra en Medellín supera los 700 millones de dólares
Para nadie es nuevo que actualmente Medellìn la capital antioqueña,se ve involucrada en una serie de violencia ciudadana incluyendo allì tambien el microtràfico el cual aproximadamente deja rentas criminales de 1 billón de pesos en ingresos.
Ahora las "guaridas" de las drogas se ubican tras la madera que da paso a gruesas placas de hierro, tríos de robustos pasadores y cuartetos de varillas soldadas utilizadas como tranca.De esto pueden ser testigos alias "Oso", "Cruz", "Descansos" y "Calima" los cuales marcaron un inexplicable rècord el 24 de julio de 2010 con la venta de 7.200 dosis de marihuana y bazuco.
Tambièn asì se plantea el esfuerzo por acabar la delincuencia de la Fiscalía en Medellín, al allanar las tan mencionadas "guaridas",y como resultados:fugas delincuenciales,otros cogidos con la narcótica evidencia,y algunos capturados.
Tras la captura de algunos de estos delincuentes se descubren asientos diarios y libros contables de los alias "Oso", "Cruz", "Descansos" y "Calima",los cuales aproximadamente disfrutaban de una renta de 91,5 millones de pesos,tambien asi con lucrativas ventas 50.850 dosis diarias,esto es asombroso ya que ni siquiera Bogotá, capital más populosa, tiene tanta clientela.
Ya asì la experiencia adquirida en los allanamientos de las casas de vicio revela que su facturación tiene la velocidad que les exige la intensificación de la guerra territorial que se libra en la ciudad.Un caso modelo es el barrio Antioquia. Por labores de inteligencia se sabe que allí las casas de vicio no duermen y que en cada uno de sus dos turnos, de 12 horas, se pueden recoger de 3 a 4 millones de pesos.
Asì tambien cabe destacar que no solo se trata de microtràfico sino tambièn de la guerra emprendida en la ciudad por parte de diferentes bandas de sicarios, por este mismo tema.
Es asombrosa la contabilidad publicada y analizada de los asientos diarios de los diferentes cabecillas del microtràfico que remotan aproximadamente unos 700 millones de dólares.
ESCRITO POR:
Elizabeth Ruiz Tobòn
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